IDEAL - ZEITUNG AUS GRANADA 31.1.2008

Kultur für alle?

Die architektonischen Barrieren sind stärker als die Gesetze: Menschen im Rollstuhl haben Schwierigkeiten Sehenwürdigkeiten, Ausstellungen, Kinos oder Theater zu besuchen. Federico wurde interviewt und fotografiert. Sein Bild erstreckte sich über die 5 Spalten und eine Halbe Seite. Auch ein Angestelleter einer Orthopädie und eine Studentin wurden fotografiert und interviewt (leider schickte die Journalistin keine Farbfotos von den beiden). Die Journalistin Inés Gallastegui hat sich mit den 3 Rollstuhlfahrern lange unterhalten und einen schönen Bericht geschrieben, der hoffentlich etwas bewirken wird.

Federico vor dem Eingang zur Königlichen Kapelle, in der die Katholischen Könige Isabella und Fernando beigesetzt sind. Im Hintergrund sieht man die Stufen, die man mit dem Rollstruhl nicht überwinden kann. Es ist Juanjo, der gerade reingeht. Zufall? Unten links: Francisco vor den WEingangsstufen im Palast Karl V an der Alhambra; rechts, Esperanza por dem Sommerhaus von Federico García Lorca.

IDEAL - PERIÓDICO DE GRANADA 31.1.2008

¿Cultura para todos?

Las barreras arquitectónicas se imponen a las leyes: las personas en sillas de ruedas encuentran dificultades para acceder a monumentos, exposiciones, cines o teatros. Federico fue entrevistado y su fotografía ocupó media página a lo ancho de las cinco columnas. También fueron entrevistados Francisco (Ortopedia Vía Libre) y Esperanza (estudiante); desgraciadamente la periodista no mandó fotogtrafías de ellos en color. INés Gallastegui conversó detalladamente con los tres y escribió un artículo muy bueno que esperemos que sirva para algo.

Federico delante de la entrada a la Capilla Real en las que están enterrados los Reyes Católicos Isabel y fernando. El que está entrando es ¿casualmente? Juanjo. Los escalones no los puede subir la silla de ruedas. A la Izquierda, Francisco en el Palacio de Carlos V en la Alhambra y a la derecha Esperanza delante de la Huerta de San Vicente de Federico García Lorca.

TEXTO DEL ARTÍCULO DE IDEAL

La Alhambra, vetada en un 90%. Los tesoros artísticos del Museo de Bellas Artes, el Arqueológico, la Catedral y la Capilla Real, inalcanzables. Las exposiciones del Centro Cultural CajaGranada en Puerta Real y de la Fundación Rodríguez-Acosta, inaccesibles. Los recuerdos de las casas museo de Manuel de Falla-y Federico García Lorca, demasiado escabrosos. Y así, una larga lista. Fuertes desniveles, mobiliario mal situado, solerías accidentadas, puertas estrechas y especialmente, escaleras, son los principales obstáculos que las personas - con discapacidad encuentran para ejercer su derecho a la cultura.

Quienes andan sobre sus dos piernas no suelen detenerse a pensar a menudo en los que no pueden hacerlo. Y sin embargo, no sólo los discapacitados físicos son millones -en torno a 15% de la población, según datos del INE-, sino que la edad, un accidente con secuelas, una enfermedad, una lesión temporal e incluso el feliz hecho de tener un bebé que viaja en cochecito puede limitar en cualquier momento la movilidad de una persona `normal'.

Y, por, lo general; quienes gobiernan los equipamientos culturales andan sobre sus dos piernas. Los-empleados o responsables de distintas instituciones ofrecen explicaciones variopintas al hecho de que su oferta a la ciudadanía esté vetada a un porcentaje importante de la población. En una ciudad con la riqueza patrimonial de Granada, además, muchos de estos locales están ubicados en edificios históricos, lo que ofrece a sus gestores una excusa perfecta para sortear la espinosa cuestión.

Hace unos días, la directora del Patronato de la Alhambra, Maria del Mar Villafranca, suscribió un acuerdo con La Caixa para realizar un estudio sobre la supresión de barreras arquitectónicas. Villafranca dijo entonces que el 10% del monumento puede, ser visitado por personas con minusvalías, con lo que cumple el mínimo exigido por la ley.

Leyes sin sanción
"No sabemos de donde ha sacado eso del 10%. La ley no lo dice en ninguna parte". Martín Ortega, presidente de la Federación Provincial de Asociaciones de Minusválidos Físicos, asegura que en 1992 un decreto estatal obligó a que todos los edificios levantados desde entonces fueran construidos sin barreras, mientras en Andalucía la ley de 1999 daba de plazo hasta 2011 para que todos los inmuebles públicos y privados, nuevos y viejos, ejecutasen sus planes de accesibilidad.

Algunos se escudan en la protección del patrimonio para no eliminar obstáculos
"En los edificios históricos o con especial protección se necesitan permisos especiales; y la tramitación burocrática tiene un recorrido distinto, pero también se puede hacer", subraya Ortega. Por ejemplo, un monumento catalogado, como el Carmen de los Mártires, tiene un ascensor que permite subir a todas sus plantas. "Y es invisible, casi nadie sabe que existe", destaca el dirigente.

El auténtico problema, concluye, es que la legislación estatal y autonómica no tiene un apartado sancionador, mientras los ayuntamientos se saltan sus propias normas al conceder licencia a proyectos ilegales. En ese aspecto, confía en que el nuevo decreto de desarrollo que la Junta prepara desde hace un par de años zanje de una vez por todas esa carencia. "Ahora sólo tenemos el derecho al pataleo", lamenta.

Federico Hernández Meyer tiene 69 años y ha caminado toda su vida con bastones debido a la poliomielitis que padeció a los 4. Eso no le ha frenado en el trabajo -licenciado en Farmacia, durante anos recorrió el mundo como empleado de Laboratorios Merck de Alemania- ni en el ocio. Pero hace dos anos un síndrome del túnel carpiano que le impide apoyar el peso del cuerpo sobre las manos le confinó a una silla de ruedas. En estos meses, Federico ha coleccionado toda una serie de anécdotas de su pelea contra las barreras arquitectónicas. Porque este concejal de Izquierda Unida Los Verdes en Huétor-Vega no es de los que se callan.

Hernández Meyer critica los variables criterios de algunas instituciones hacia sus visitantes en - silla de ruedas. En el Teatro Isabel la Católica, por ejemplo, le dijeron en una ocasión, después de acceder por la puerta de atrás, que su entrada para el patio de butacas no servía ¡La que formaron porque estorbaba para las emergencias con la silla! Me mandaron en ascensor para el anfiteatro -recuerda con un humor-. Pero otra vez, en el cumpleaños de Ayala, tenía entradas para arriba y me dijeron que no, que me fuera abajo. ¿En qué quedamos? ¿Estorbo siempre? ¿Estorbo a veces ...? ¿Cómo es eso?

En otoño de 2006, animado por la señal de 'accesible' que lucía en la puerta el Centro Cultural de CajaGranada en Puerta Real, Federico quiso entrar a una exposición sobre el arte en los años treinta en Paris y Berlín, pero una amable azafata le paró los pies y las ruedas: La `oruga' que permite bajar sillas de ruedas a la sala principal, le dijeron, "estaba rota": En cuanto a la eliminación permanente de barreras; adujeron que no se lo habían planteado porque el edificio está protegido, es municipal y tenían previsto trasladarse en breve al Cubo. "Escribí al presidente de CajaGranada y dos días después se pusieron en contacto conmigo, me pidieron mil disculpas y me mandaron el catálogo de la exposición. Al parecer alguien se había olvidado de quitar el simbolito, recuerda.


 

Voluntad y tecnología
Un año después de ese incidente, el centro cultural sigue en el mismo sitio y su última gran exposición" la de fotografías de Jean Laurent, se ha clausurado sin que ningún discapacitado en silla de ruedas haya podido verla. Un empleado del centro confirmó a IDEAL que la `oruga' no funciona; pero añadió que, además, no es fiable. Está de acuerdo Francisco Manuel Lorenzo, de 38 años, que se mueve en silla de ruedas desde hace 20, a raíz de un accidente ciclista en carretera. "La `oruga' engancha la silla y va subiendo. La persona se queda en vilo, inclinada. Pero no es el sistema más adecuado para un uso estable: sirve para una emergencia, para una exposición temporal o mientras se hace una obra. Se pueden pedir prestadas o se alquilan, asegura Lorenzo, director de Área de Fundosa Accesibilidad, grupo de empresas de la Fundación ONCE que dispone de recursos técnicos y humanos para lograr la plena integración de los minusválidos físicos. "Lo mejor -afirma- es la plataforma, que sube escaleras en diagonal y la puede manipular con un simple botón el minusválido de forma independiente".

En ese sentido, Lorenzo recalca que no es precisamente la tecnología lo que falla en la permanencia de las barreras arquitectónicas: "Es una cuestión de voluntad", concluye. Lo mismo opina Esperanza, una joven de 31 años que achaca su discapacidad a "una operación mal hecha de la espina bífida con la que nació. "Entré al quirófano moviendo las piernas y salí sin moverlas", explica con amargura.
Esta estudiante no recuerda especiales dificultades para acceder a ningún equipamiento cultural: va al cine y al teatro sin grandes problemas y, en cuanto a las exposiciones de arte, admite no ser muy aficionada. Incluso visitó en una ocasión el Palacio de Carlos V, gracias a la instalación de una rampa portátil para salvar su escalinata.

Silla bloqueada
Sin embargo, reconoce que sus salidas a la calle son una odisea: hay desniveles en las aceras, resaltes del pavimento, empedrados y coches mal aparcados. Estos accidentes le obligan a dar un rodeo o `atascan' su silla eléctrica: claro que puede pedir un empujoncito a cualquier viandante, pero ese no es su ideal de autonomía. En el instituto donde estudia, explica, no está "cómoda". Mientras duró la adaptación del edificio, algunos profesores no dejaban de recordar en voz alta lo molestas que estaban resultando las reformas. "No es mi culpa si han tenido que hacer obras. Yo no pedí nacer así, recuerda.

Es más barato diseñar edificios accesibles que 'parchear'
Federico y Francisco coinciden en lamentar que, aunque muchos auditorios han sido adaptados para permitir la entrada a personas en silla de ruedas, casi ningún arquitecto contempla la posibilidad de que los discapacitados se conviertan en sujetos activos de un espectáculo o una reunión. El Cubo de CajaGranada ha sido pionero en este aspecto al ineorporar üna plataforma al escenario de su salón de actos.

A veces el edificio está adaptado por dentro pero un pequeño obstáculo en la entrada o la ausencia de un baño adecuado lo hace inaccesible. A Francisco, que también es fotógrafo aficionado, le ocurrió con la Sala Zaida de Caja Rural: sus responsables respondieron entusiasmados a su propuesta de una exposición de fotografía sobre discapacidad, pero se echaron atrás, cuenta, al advertir que la mayor parte de los visitantes llegarían, precisamente, en silla de ruedas; su ascensor era demasiado estrecho.

Rampas de adorno
Los afectados critican la instalación de `rampas justificantes', es decir, aquellas que se colocan para poder decir que se han colocado, pero que no tienen la menor utilidad práctica, bien porque su inclinación es excesiva para subir o bajar en silla sin riesgo de volcar, bien porque su recorrido termina en una pared, una puerta o una mesa.
También hay ejemplos de buena accesibilidad: Francisco cita el Centro José Guerrero de Granada y el Juan Baños de Santa Fe; las salas de la primera planta del Cinema 2000 -en las de arriba los minusválidos tienen que ver la película desde la primera fila- o el Centro Cultural San Antón de CajaGranada, que dispone de dos plataformas. Y la mayoría de las bibliotecas y casas de cultura nuevas son accesibles, asegura.
Pero hay más barreras que individuos dispuestos a derribarlas. "Hay gente que no te quiere ver", lamenta Esperanza. Ella pediría que las personas que andan se pusieran en su lugar... literalmente: "Que se sienten en una silla de ruedas y se muevan". Si pueden.

PARA SALVAR BARRERAS

Diseño universal: Como es lógico, es más barato y eficaz proyectar un edificio accesible que hacerlo mal y corregirlo a posteriori.

Rampa: Portátiles y estables.

Ascensor: Hay que cuidar de que tenga la anchura adecuada para que entre una silla de ruedas y que los mandos de control no estén demasiado altos.

Oruga: Es un sistema para necesidades puntuales que engancha la silla para subir o bajar el tramo de escaleras.

Piataforma: Eleva la silla en diagonal (subescaleras) o en vertical (pisos) y es más cómodo para el discapacitado que puede manejarla de forma autónoma.

Grúa de piscina: Introduce en el vaso a la persona con minusvalía.


       
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